El matrimonio

 Estudio breve de doctrina y costumbres cristianas, por Jesucristo y su iglesia.

(Génesis 2:18, Hebreos 13:4) 

Por. José Isabel Acevedo Vizcarra 

En doctrinas y reglamentos de la Iglesia del Dios Vivo Columna y apoyo de la verdad "El Buen Pastor". Dice, el matrimonio es una sagrada institución de Dios, y lo aceptamos como la única forma legal para preservar la especie humana, y por lo cual cuando este principio de moralidad establecido por Dios es violado viene luego la degeneración y la corrupción en la familia. Pero la Palabra de Dios nos garantiza diciendo, mas a los fornicarios y adúlteros juzgara Dios.

Y dijo Dios: Hagamos al hombre (Génesis 1:26). Palabras que muestran la particular importancia de la obra que estaba por hacer, la formación de una criatura que había de ser el representante de Dios, investida de autoridad y dominio como visible cabeza y monarca del mundo.

A nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Esta es una distinción peculiar, cuyo valor aparece en el hecho de que las palabras se repiten dos veces. ¿Y en qué consistía esta imagen de Dios? No en la forma recta o vertical o en las facciones del hombre, no en su inteligencia, por que a este respecto el diablo y los ángeles son muy superiores; no en su inmortalidad, porque solo Dios, por ser lo que es, es por excelencia inmortal, sino en las disposiciones morales de su alma, comúnmente llamadas justicia original. (1a de Timoteo 1:17 y 5:16, Eclesiastes 7:29)

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. (2a de Corintios 5:17). Cuando la nueva criatura no es sino una restauración de esta imagen, la historia de la una arroja luz sobre la otra; y se nos informa que ES RENOVADO CONFORME A LA IMAGEN DEL QUE LO CRIO. En justicia y santidad de verdad. (Efesios 4:24, Colosenses 3:10, Génesis 1:27)

El genero humano en todos los países y entodas las edades ha sido la descendencia de la primera pareja. De todas las investigaciones de la ciencia moderna llevan a la conclusión, todas completamente acordes con la historia sagrada, de que todos son de una especie y de una familia. 

Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.(Génesis 1:28). ¡Que poder de la Palabra de Dios! Porque El dijo, y fue echo; El mandó, y existió. (Salmos 33:9) ¡Cuan muchas son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría. (Salmos 104:24)

Y dijo Jehová, Dios: no es bueno que el hombre este solo haréle ayuda idónea para el. (Génesis 2:18-24) En medio de la abundancia y los deleites el hombre era consciente de sentimientos que no podía satisfacer; el pensamiento de Dios al hacer que todos los animales desfilaran delante de Adán era para mostrarle que ningunas de las criaturas vivientes que él veía, era de condición igual a él, y que mientras cada especie tenía su compañero de la misma naturaleza, forma y hábitos, solo él no tenía compañera, hizo caer sueño sobre Adán, (Génesis 2:21). Se entiende por un sueño consiente, porque probablemente toda la escena fue visible a los ojos mentales de Adán, y de ahí su exclamación: ESTO ES AHORA HUESO DE MIS HUESOS, Y CARNE DE MI CARNE. (Génesis 2:23)

"Tomo una de sus costillas," ella no fue de una parte de su cabeza para sobresalir de él, ni de sus pies para ser pisoteada, sino de un costado para ser igual a él, y de cerca de su corazón para serle querida y amada.

Y serán una sola carne, en realidad al describirnos la Palabra de Dios la forma como fue formada la mujer, nos demuestra que la unión conyugal es un enlace sagrado y definitivo, como también el Señor Jesús lo confirma en el Evangelio de San Mateo (Mateo 19:4-6). Y él Apóstol San Pablo de la misma manera en la epístola a los Efesios (Efesios 5:22-33). Así pues Adán aparece como criatura formada a la imagen de Dios, mostrando su conocimiento al dar nombres a los animales; su justicia por su aprobación al orden divino del matrimonio, y su santidad por sus principios y sentimientos, hallando la satisfacción de ellos en el servicio y felicidad y juntos esposo y esposa formando su destino con la bendición y la aprobación de Dios.

Matrimonio, quiere decir literalmente: Obligación u oficio de Madre: Dice el texto Bíblico: Después de esto Adán llamo a su esposa por nombre Eva, Porque ella tenia que llegar a ser la madre de todo el que viviere. (Josué 23:12, 1 de Corintios 7:10, Hebreos 13:4, Génesis 3:20)

                                              En esta condición encontramos la causa y el origen del matrimonio. Llevando ambos en común el nombre de Adán, que quiere decir hombre. (Génesis 5:2)

Dios declaró: No es bueno que el hombre este solo. El matrimonio, pues, se declara cosa buena, y por tanto honroso. El enseñar y practicar lo contrario, equivale a escuchar espíritus de error, y doctrinas de demonios. Puede haber personas que por motivos legítimos se abstengan del matrimonio; pero son excepciones a la regla general. (Génesis 2:18, Proverbios 18:22, Hebreos13:4, 1 de Timoteo 4:1-3, Mateo 19:12, 1 de Corintios 7:1-7).

Dios no ha prohibido el matrimonio entre las diferentes razas, condición social, o color, pues la religión cristiana coloca a todos en un mismo nivel, con tal que sea en el Señor, es decir, en comunión plena con El, consultando su voluntad, y ante todo, casándose únicamente con uno de sus discípulos. Pues el matrimonio es una institución divina y da la imagen del matrimonio muy sagrado de Cristo con su esposa que es la Iglesia. (Colosenses 3:11, 1 de Corintios 7:39, Efesios 5:32).

La prohibición del matrimonio entre los parientes cercanos fundada como es en principios permanentes, no fue abrogada por Cristo. Todo lo que es moral en la ley, todavía obliga. Apartaos de toda especie de mal. Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de Nuestro Señor Jesucristo. (Levíticos 18:6-18, Lucas 16:17, Filipenses4:8 1 de Tesalonicenses 5:22-23)

La virtud del matrimonio cristiano es su indisolubilidad por la condición implícita de la responsabilidad moral que influye en los cónyuges, cuándo los esposos buscan la unidad perfecta que Dios quiso para ellos, honran a Dios, y Dios se compromete con ellos en el matrimonio. Pablo que no se casó, ni conoció mujer,(?) manifestó en sus epístolas lo que deben ser las reglas que normen la conducta de los casados: Fidelidad, comprensión, cariño, abnegación, como Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a si mismo por ella. Sin este espíritu, la ley del matrimonio se convierte en una cadena de grandes dificultades, y sus oraciones no son aceptadas porque a sí dice el Señor por el profeta Malaquías. Y dicen: ¿Porque no acepta Yavé, nuestro sacrificio? Porque El es testigo de tu infidelidad hacia tu esposa. La amaste cuando joven, ella era tu compañera y con ella te habías comprometido. ¿No ha hecho Dios, de ambos, un solo ser que tiene carne y vida? ¿Y este ser único, qué busca una familia dada por Dios? Respétate a ti mismo y no traiciones a la esposa de tu juventud. Dice Yavé: Odio el divorcio y el que viene a mi templo lleno de violencia. Tengan cuidado con ustedes mismos y no cometan tal traición. (Biblia Pastoral) (Efesios 5:25, Malaquías 2:14-16)

El matrimonio fue designado por el Creador para ser una unión completa de dos en uno, e indisoluble; el único pecado que justifica el divorcio es el adulterio.

¡Dios los bendiga!

Información compartida por el Hno: José Isabel Acevedo Pichardo de la Iglesia en Ciudad Labor.

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