(Proverbios 13:3)
En este momento le ha placido al Espíritu Santo dirigir un mensaje de reflexión para la juventud que será de mucha ayuda en nuestro proceder manifestado en nuestras palabras; es un tema que sin duda alguna tiene un especial énfasis para mis amigos varones.
Hay algo que ha sido muy notorio dentro de los jóvenes hoy día, muchos
varones han hecho un mal uso de sus labios a la hora de platicar con sus
amigos y demás personas, pero hay algo que mucho me ha llamado la
atención, y eso es el mal uso que muchos varones hemos hecho de nuestros
labios a la hora de dirigir unas cuantas palabras hacía nuestras
hermanas o hacía cualquier jovencita.
Amigos míos, una vez más, como lo hemos mencionado en otros escritos,
no pretendo regañarte, sólo pretendo hacerte reflexionar sobre el uso
que le has dado a tus labios. Realmente he notado que muchos de nosotros
hemos hecho un mal uso de nuestros labios, y eso ¿cómo lo vemos? En que
ha habido quienes hemos mencionado cosas que no debiéramos decir
delante de una hija de Dios. No menciones nada con tus labios que den a
entender una cosa muy diferente a lo que realmente quieres expresar.
Ante una mujer, amigo mío, el cómo uses tus labios determinará tu nivel
de madurez espiritual, tu hombría y tu caballerosidad.
Deja y te menciono que en este escrito no te voy a decir que la mejor manera de usar tus labios con una mujer es pegándolos a los labios de ella, no; la mejor manera de usar tus labios con una mujer es manifestado en palabras sabias y llenas de verdad. Yo sé que muchos de nosotros hemos sucumbido ante el deseo de expresar ciertas palabras no con el fin de procurar algo serio sino con el mero fin de obtener algunos momentos de placer; muchos hemos abierto nuestros labios no para afirmar un compromiso con una de las hijas de Rey del universo sino para procurar un pasatiempo solamente con una hija de Dios. Créemelo hermano, tus labios jamás deben ser abiertos para mentirle a una hija de Dios, si no vas a decir nada serio, entonces evita abrir tus labios.
La hombría de un hombre jamás es manifestada con el número de labios con los cuales ha tenido contacto, jamás es manifestada con las palabras hermosas y halagadoras que la ha dedicado a una mujer, jamás es manifestada con la cantidad de mujeres que ha emocionado con ellos, nada de eso; la hombría de un hombre se ve con el cuidado que ha tenido de guardar sus labios solamente para aquella mujer que Dios le ha preparado desde antes que naciera, se revela en las palabras que ha evitado usar para no dar mal interpretaciones y así procurar un bienestar emocional y sobre todo espiritual de la mujer con quien habla, la hombría de un hombre se revela en las promesas cumplidas y llevadas a cabo que con tanta vehemencia las dedicó a ella.
Una vez más amigo mío, por favor no abras tu boca delante de una mujer a menos que estés pensado de manera seria; si has de prometer algo a alguien, no tardes en cumplirlo y si no lo vas a cumplir, mejor cierra tu boca. Te voy a decir una cosa, dentro del contexto de la pureza, delante de una mujer, tus labios tienen un gran efecto. Así como el escote de una mujer tiene un enorme efecto en nosotros, de la misma manera nuestras palabras tienen un efecto similar ante los oídos de una mujer; no seas de aquellos que sólo hablan para conseguir algo a cambio pero que con sus hechos muestran que no están dispuestos a dar algo serio por ella.
Yo sé que en este escrito nos limitamos a la comunicación verbal, pero todo esto también es aplicable para todo tipo de comunicación. Lo mismo se puede decir de lo que escribimos o decimos a una mujer por chat o por facebook. Sé sabio y sé un verdadero hombre amigo mío, no ignores este consejo por favor, un verdadero hombre sabe cuándo, ante quien y qué cosas decir con sus labios delante de una mujer.
Ya para terminar, decir algo o prometer algo sin el fin de cumplirlo es algo que a Dios no le gusta y que revela que estamos lejos de ser considerados verdaderos cristianos; decir algo sin realmente sentirlo o sin realmente estar dispuestos a dar algo serio es mentir, y la mentira delante de Dios es algo abominable (Proverbios 12:22); si hablas verdad, créeme joven que además del contentamiento de Jehová, tendrás el contentamiento y sobre todo el bienestar de aquella mujer que dices querer. Recuerda, el mejor uso que le puedes dar a tus labios es pronunciando palabras de protección y edificación ante una mujer.
¡Dios los bendiga!
Por: Isaí Salomón Garduño Pérez
===================================================================
===================================================================
No hay comentarios. :
Publicar un comentario
Recuerda un comentario nos ayuda a mejorar, o bien que te gustaría que publicáramos en este sitio