''JESUCRISTO ES EL VERDADERO DIOS''

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El valle de los huesos secos

Lectura: Ezequiel 37:1-10
Texto: Efesios 2:14


Lección Principal: Israel como nación ha sido dispersa por todos los pueblos a causa de su desobediencia y es que así fue predicho por el Siervo de Dios Moisés; pero por el Espíritu de Dios seria vuelto a la vida; comenzando por el trabajo de unificar primero cada hueso con su hueso.

Así mismo en Efesios tenemos la enseñanza de la unificación de judíos y gentiles para formar la Iglesia de Jesucristo, es pues el motivo de esta enseñanza aplicado a la unificación de la Iglesia y que sea derribada toda pared de separación, haciendo a un lado todos los estorbos y quitando de en medio las enemistades ya sean por motivos personales o por ideales.

Ezequiel 37:1-2: Ezequiel es puesto en medio de un valle lleno de huesos y estos secos en gran manera. Estos huesos son de la casa de Israel. La casa representa a la Iglesia: 1ª de Timoteo 3:15. V. 3: Se interroga al profeta. ¿Volverán a vivir estos huesos? Él contesta: Señor tú lo sabes. Respecto a la vida que da la unidad es la obra del Espíritu Santo. (Habacuc 3:2, Juan 6:63).

Vv. 4-8: Se le ordena profetizar diciéndoles: Huesos secos oíd palabra de Jehová y cuando Ezequiel profetizo hubo un gran ruido mientras el profetizaba y he aquí un temblor y los huesos se empezaron a juntar cada hueso con su hueso, la carne empezó a subir y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había espíritu, Como se lo ordeno a Ezequiel profeta que profetizara a los huesos y a su prédica cada hueso se unifico con su hueso y en su orden comenzó el revestimiento de aquellos cuerpos luego de la unificación o sea, los tendones, carne y por último la piel; pero faltaba algo, en ellos no había espíritu.

Vv. 9-10: Una vez más se le ordena profetizar al espíritu y al hacerlo entro en ellos espíritu y vivieron poniéndose en pie; un ejército grande extremo.

La lección principal:
Los huesos secos son la casa de Israel es la figura de la Iglesia ‘’ la casa’’ (1ª de Timoteo. 3:15).

Los huesos aunque secos en gran manera vuelven a vivir pero es menester que el siervo de Dios profetice (que el lenguaje evangélico es predicar).
 (2 Timoteo. 2:3-7).

El profeta, el Siervo de Dios es puesto en medio de un valle lleno de huesos secos en gran manera: El hombre en Cristo ( 2ª, Cor. 12:2), Ya sea en este pastor u obrero, coadjutor o miembro, es su deber predicar con su testimonio y con su voz a esos ‘’ huesos secos’’ la crítica destructiva es tiempo perdido; así que estas mejor donde estas porque Dios quiere algo de ti, además es mejor estar primero entre hermanos que están ‘’ como muertos’’ y después en el paraíso donde todo es vida y no que seas pastor o colaborador o miembro del ‘’paraíso’’ y después a parar entre huesos secos. ¿Volverán a vivir?.

Un miembro o una Iglesia puede volver a la vida, al avivamiento espiritual pero se necesita que usted haga lo que hicieron los hombres de Dios como Habacuc quien rogaba diciéndole al autor de la vida: Aviva tu obra en medios de los tiempos… Y antes de hacer comentarios negativos de la Iglesia donde nos encontremos, es mejor que se oiga un ruido, ese ruido ‘’como de muchas aguas’’ que denotan la presencia de Dios y ese ruido ‘’ como de cascada’’ que se oye en las oraciones ungidas de Espíritu Santo y entonces veremos cómo cada hueso, es decir cada hermano se unirá a su hermano porque Cristo es nuestra paz. Se derribará la pared intermedia así como el judío y el gentil estaban separados ahora estamos reconciliados en Jesús para formar la Iglesia: Pues así los huesos secos volverán a vivir y para vivir es menester primero la unificación; volver a ver el hogar cristiano reunido con los demás en la Escuela Dominical que es la columna vertebral de las reuniones en la Iglesia. Nuestra lección nos enseña que después de la formación de los cuerpos no había espíritu en ellos; pero nuevamente es Siervo de Dios tiene que profetizar y al hacerlo entro en ellos espíritu y vivieron y se pusieron en pie, era aquello un ejército grande en extremo.


Nuevamente vemos como el Siervo de Dios es un elemento útil en las manos del Señor quien tiene que predicar, instar a tiempo y fuera de tiempo, redargüir, reprender y exhortar con toda paciencia y doctrina (2ª Timoteo 4:2) y esto para que el Cuerpo de Cristo quede completo de huesos, de carne y de Espíritu para ponerse en pie como ejércitos en orden y pueda decir que somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos (Efesios 6:29-30) para esto todos debemos cooperar empezando por nosotros mismos, derribemos las paredes intermedias de separación (Efesios 2:149) hagámoslo en El Nombre de Jesucristo y Dios se encargara de poner su Espíritu el cual da la vida ( Joel 2:2-32).

Por: Epifanio Barbosa R.
Viene de La Voz del Buen Pastor
Mayo de 1990




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