La primera imagen que vio por la televisión se quedó grabada para siempre en su mente. Jamás pudo borrarla. Era del primer hombre en la luna. Formaba parte de un archivo. Le fascinó. Le despertó nuevos sueños, por encima de los que compartían los niños y adolescentes de su generación. Desde ese momento decidió cuál sería su meta más grande en la vida: convertirse en astronauta.
Jessica Rodríguez se fijó esa meta en su existencia. Nada fácil para alguien como ella que cursaba secundaria en un colegio de Santiago de Cali. Pero su decisión iba más allá que el alcance de los obstáculos. Terminada su formación básica, viajó a los Estados Unidos, en donde profundizó en asignaturas como ciencias, física y matemáticas, las que sabía, eran imprescindibles para materializar su sueño.
Su decisión de vencer le llevó a aplicar documentación y ser seleccionada como becaria en un programa de apoyo estudiantil. De los veinte mil postulantes, sólo escogieron a cuatro mil. Ella estaba entre los beneficiarios. Estudio ingeniería aeroespacial.
A sus 21 años y después de luchar y esforzarse por ser la mejor, Jessica está vinculada a la Nasa, y hace tránsito en su propósito de convertirse en astronauta.
Sintetizar en pocas palabras la vida de una persona es sumamente difícil. Sin embargo, la esencia de sus metas es fácil de identificar. Y en esta joven caleña se encarna la fe indeclinable de quien da pasos sólidos hacia la realización de sus sueños, por encima de lo que piensan y dicen los demás.
Sólo llegan lejos quienes se fijan una meta y vuelcan sus esfuerzos a verla cristalizada. Alrededor, muchos habrán emprendido un proyecto, pero renunciaron. Se quedaron en las expectativas. Ganar, es avanzar. Nada es imposible. Basta tener la decisión férrea de lograrlo.
Pero en esta escalera hacia la realización personal, profesional y eclesial, es fundamental que vincule a Dios. La Biblia dice que El nos ayuda a lograr la concreción de nuestros objetivos. “El hombre echa las suertes, pero el Señor es quien lo decide todo.
Proverbios 16:33
Proverbios 16:33
Adelante. Usted también puede llegar alto. Fíjese una meta, sométala a Dios, tenga fe y avance por encima de las dificultades. No está solo. El Señor Jesucristo le fortalecerá. No olvide que usted nació para vencer... Dios les bendiga