En la actualidad hay muchos que se dicen predicadores o egresados de algún instituto y con un diploma enmarcado en un lujoso cuadro creen que ya son predicadores y mas bien merecen el título de "criticadores"; pues no hacen otra cosa que poner en evidencia a los hermanos de su congregación, inclusive a las demás congregaciones y eso lo único que refleja es una gran falta de espiritualidad, no hay consagración.
¡Cuán importante es que un ministro al
tomar el púlpito lo haga bajo la unción del Espíritu Santo! Y vaya que lo es;
Pues el proverbista nos dice: La muerte y la vida están en poder de la lengua...
(18:21). Por tanto; si el predicador es de los "verdaderos" entonces se conocerá
porque no es de los que "improvisan" y ponemos esta palabra entre comillas
puesto que aun para improvisar hay que saber hacerlo.
Es importantísimo que al
cumplir con nuestro ministerio se haga con la debida responsabilidad que
caracteriza a un verdadero predicador el cual siempre tiene en mente EL CONSEJO
DEL ESPÍRITU SANTO: Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como
obrero que no tiene de que avergonzarse, que traza bien la Palabra de Verdad. 2 Timoteo. 2:15. Y es entonces cuando el obrero de Dios (ya sea un colaborador o el
pastor) al tomar el púlpito lo hará con la debida responsabilidad sin dejar que
la haraganería le mal aconseje diciendo - ya Dios te dará algo en el púlpito y
eso no esta bien hermanos, pues aquellas palabras que dijera el Divino Maestro
se refieren a cuando sean llevados a los concilios para ser azotados... (Marcos
13:9-11).
Así que para ser un verdadero predicador no hace falta que pongas en
evidencia a tu hermano expresándote mal de él; pues si quieres ser un Predicador
ocúpate en unir (no en dividir) porque si somos un cuerpo en Cristo entonces
anuncia lo que la Palabra de Dios dice en 1 Cor. 12:23: ...Y aquellos del cuerpo
que estimamos ser más viles a éstos vestimos más honrosamente. Así que viste con
mas honra a tu hermano se un predicador, no un criticador el cual se dedica a
exhibir las flaquezas y las faltas de sus hermanos; recuerda lo que dice la
doctrina: Si tu hermano pecare ve y redarguyele o ¿qué provecho tienes al decir
las cosas donde no las debes decir?... además si tu hermano o toda una
congregación te oyere; los has ganado, aleluya y además has cubierto multitud de
pecados. (Mateo 18-15-17; Gálatas 6:1-3; Santiago 5:19-20).
Un verdadero
Predicador construye, edifica y no solo con el material que Dios le entrega,
sino que aun con las piedras del juicio de aquellos que comparten los
sentimientos del Iscariote y que por lo tanto lo único que desean es ponerle el
pie en el cuello a sus hermanos y en cambio son los que se debieran llamar
"Criticadores", ellos no construyen, ellos derriban hacen ímpetu contra los
cristianos que esperan alimento y solo reciben las frustraciones de los
criticadores, frustraciones que fluyen por su boca y que ellos mismos llegan a
creer que son "mensajes"... Por tanto a ti amado hermano a ti pastor que te han dado la
oportunidad de predicar en tu iglesia para ti es éste consejo y no solo para ti
sino para todos aquellos que desean edificar: No seas un criticador, Sé un Predicador.
Por: Josué Acevedo P.

